Propuesta
Espacio para las Artes Visuales del
Presente
Ciudad de México
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DAV
Distrito
de las Artes Visuales
Luisvicente
Flores
Introducción.
La producción
reciente de las artes visuales mexicanas se encuentra parcialmente documentada, deficientemente almacenada y preservada, y expuesta de manera limitada. Si bien
es posible encontrar obra reciente en museos y galerías privadas, no existe un
catálogo sistematizado ni una exhibición organizada que permita el acceso del
gran público a la obra.
Ciertas
etapas y movimientos del pasado han sido más estudiados y tienen mejores
catálogos y espacios para su exposición y almacenaje. Sin embargo, en cuanto se
revisa la creación más reciente, se encuentra un hueco de información y muy
pocos espacios –generalmente galerías privadas- en donde se pueda conocer la
obra.
La
Generación de la Ruptura, que puede ubicarse entre los 50s y los 70s del siglo
pasado, es el último conjunto de obra que ha sido catalogada con cierto rigor.
De ahí en adelante, más de cincuenta años de creación en las artes visuales
mexicanas, poco se ha hecho en cuanto a su estudio y menos en lo que se refiere
a su exhibición y difusión.
Propuesta.
La propuesta
consiste en la creación de un “espacio” para las artes visuales actuales. Para
ello se requiere de la conjunción de un grupo de investigación y catalogación
que genere un proyecto museológico de largo alcance, y un equipo de arquitectura
y urbanismo que realice un proyecto de espacios.
Plan Maestro Flexible.
La apuesta
arquitectónica es estrictamente contemporánea y de cara al futuro. Se trata de
generar un “anti-centro” o “poli-centro” integrado a la ciudad: un distrito de
las artes visuales. Provisionalmente se denominaría Distrito de las Artes Visuales (DAV). En ese entorno se expondría
y estudiaría la obra realizada en los últimos cincuenta años y en el presente.
No se trata de un edificio, ni de un conjunto de edificios en un “campus”. Se
propone la construcción de una serie amplia de edificios de diferentes escalas
incrustados en la trama urbana de la Ciudad de México dentro de un radio de alcance
peatonal. Si bien algunas de las piezas arquitectónicas deben ser de
dimensiones generosas para poder alojar la obra, también los habrá de escala
media y aún pequeña. La idea es insertar el arte en la ciudad a través de acoplar
una serie variada de construcciones de nueva planta e intervenciones en
estructuras existentes para alojar diferentes actividades relacionadas con las
artes visuales de los últimos cincuenta años. No todo es espacio para exponer.
También se requieren bodegas visitables de última generación, talleres,
estudios para artistas invitados del interior del país e internacionales, áreas
para la investigación y catalogación, lugares para la comunicación e
información, salas de conferencias, cafeterías, espacios de relajación como
patios y jardines, plazas para el arte exterior, entre otros. Un “plus” sería la inclusión de componentes
complementarios tales como cafés, restaurantes, librerías y toda clase de
espacios comerciales relacionados con el arte y la cultura.
Estrategia del Plan (PMF).
Las dos
primeras acciones serían, por un lado, la conformación del grupo de
investigación de la historia reciente de las artes visuales y el grupo de
arquitectura y urbanismo. El primero realizaría el plan museológico y el catálogo
general. El segundo, el Plan Maestro
Flexible (PMF). De este modo, se iniciarían los trabajos de localización,
clasificación y catalogación de la obra y, paralelamente, la búsqueda del
entorno más adecuado para el proyecto dentro de la Ciudad de México. Habiendo
seleccionado el “sitio”, se iniciarían las gestiones para la adquisición y/o
acuerdo de cesión de los terrenos necesarios para el Distrito de las Artes Visuales. Asimismo se pactarían las
condiciones de excepción reglamentarias con el Gobierno de la Ciudad.
Inmediatamente,
y siempre en paralelo con el equipo de investigación, el equipo de urbanistas y
arquitectos formularía el Plan Maestro
Flexible (PMF). La primera obra del PMF
sería el espacio para la investigación y la oficina de dirección del plan con
la galería “in progress”. El espacio “in progress” del DAV mostraría el proceso de realización del proyecto y el avance de
los trabanos de catalogación. De esta manera se activaría el área y se
mantendría un alto nivel de comunicación al exterior. Asimismo se crearía el
sitio web del DAV.
A
continuación, se desarrollarían los diseños del PMF y los de cada uno de los elementos arquitectónicos y urbanos
del mismo. Los proyectos de cada uno de los edificios e intervenciones urbanas
se encargarían a diferentes arquitectos nacionales e internacionales seleccionados
en función de su excelencia. Además, algunos de los proyectos serían
concursados por invitación internacional y se reservaría una pieza para un concurso
abierto a escala global.
Simultáneamente
se integraría un equipo dedicado a los aspectos legales y de gestión. El DAV actuará como un catalizador urbano
ya que activará y reconducirá una gama amplia de tensiones urbanas que van
desde la “imagen” del área hasta la utilización intensiva del espacio ciudadano
y la seguridad. Por tanto, la ciudad sede (DF) deberá participar y facilitar el
desarrollo del proyecto. Por ello es necesario que el grupo de enlace, asuntos
legales y de gestión trabaje en coordinación con la autoridad de la Ciudad de
México. Asimismo, parte del equipo legal estará especializado en temas
relacionados con la propiedad de la obra artística, adquisición de la misma,
certificados de autenticidad, etc.
Se formulará
un plan financiero trilateral, abierto y democrático. El proyecto sería
financiado por el Gobierno Federal, el
Gobierno del Distrito Federal e inversionistas privados. Tanto la formación
de la “colección de adquisición” como la construcción y uso de los espacios
incluirían a coleccionistas y galeristas privados, tanto nacionales como
internacionales. El DAV sería una
conjunción de espacios para las artes visuales y las actividades
complementarias a las mismas con una participación muy amplia de inversión
privada. Es necesario que el capítulo financiero del PMF de coherencia y funcionalidad a este conjunto complejo de
participantes.
Timeline.
El desarrollo
del proyecto Distrito para las Artes Visuales sería de cinco años. Sin embargo,
por tratarse de un plan flexible y por etapas, se obtendrían resultados
tangibles escalonados en el tiempo. A diferencia de todos los proyectos de
espacios culturales realizados en México, éste sería un proceso integrado en la
dinámica de la ciudad y acompasado en el tiempo. No se trata de un
“macro-proyecto”, siempre difíciles de activar y tendencialmente insulares. El
Distrito para las Artes Visuales es un conjunto de proyectos de pequeña y
mediana escala integrados en la vida ciudadana actual y del futuro.
lvf
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